Durante muchos años los seguidores de El Chavo del 8 nos reímos con las divertidas situaciones algo descaradas que protagonizaba Don Ramón cada vez que el Señor Barriga iba a cobrarle la renta.
Y aunque el personaje interpretado por el fallecido Ramón Valdés siempre le debió 14 meses de renta a su casero por el departamento que tenía en la vecindad, nunca supimos a cuánto ascendía la deuda.
Pero ese secreto ya se develó, pues la compañía inmobiliaria Nuroa se dio a la tarea de hacer un estimado del dinero que el papá de la Chilindrina adeudaría en este momento si el Seños Barriga quisiera demandarlo para hacer efectiva la deuda.
Haciendo mediciones aproximadas y teniendo en cuenta el tipo de vecindad donde vivía Don Ramón, que correspondía a alguno de los vecindarios que están ubicados alrededor del zócalo de la capital mexicana, se dio a conocer la suma que tendría que pagar el personaje de El Chavo del 8 para saldar su deuda.
Usando el llamado metabuscador inmobiliario Nuroa determinó que el alquiler de viviendas de este tipo en la zona ronda un promedio de 3.30 dólares por metro cuadrado.
Y al hacer las matemáticas aplicadas para aquel departamento en el que varias veces vimos que al menos había una sala, una cocina y dos cuartos, estaríamos hablando de un lugar de unos 35 metros cuadrados aproximadamente, por lo que la renta mensual sería del orden de los 63 dólares para la década de los 70, cuando se grabó el programa.
Nuroa indicó que siendo así las cosas, sin contar los intereses cambiantes, si Don Ramón quisiera pagarle hoy al Señor Barriga, debería darle unos 1.617 dólares, aunque conociendo al papá de la Chilindrina, de seguro preferiría seguir escondiéndose o inventar cualquier excusa para no pagar.
Y si suponemos que Don Ramón nunca pagó ni un mes de renta desde aquel entonces y siguió evadiendo su deuda mensual durante los 8 años que se grabó la serie, habría acumulado un total de 96 meses que con los catorce iniciales sumarían 110 meses, con un costo cercano a los 7 mil dólares.
Las autoridades mexicanas consideran que aunque el terremoto de 1985 destruyó buena parte de este tipo de vecindades en la capital mexicana, todavía existen cerca de 200 mil viviendas tipo vecindad, en el centro de la ciudad.