Las estrellas de rock viven una vida intensa, al extremo, a tal punto que la mayoría de los mortales deberíamos emplear una docena de vidas para alcanzarlos.
Incluso cuando la muerte toca a la puerta de estas leyendas, su vida continua, prolongándose a través de su obra y en el corazón de sus fans, los que, en muchas ocasiones, se aferran a las hipótesis más desopilantes para evitar aceptar que sus estrellas también mueren.
Kurt Cobain – Murió el 5 de abril de 1994, cuando se disparó en la cabeza con una escopeta. Son varias las personas que denuncian haberlo visto con vida en su ciudad natal, Seattle, en Puerto Rico y también en Irlanda. Diversas teorías conspirativas, muchas de ellas a cargo de los propios fans, aseguran que la estrella del grunge fingió su propia muerte, con la complicidad de su esposa, Courtney Love, para poder escapar a la presión del circuito comercial de la música.
Jimi Hendrix – Murió el 18 de septiembre de 1970, cuando se ahogó en su propio vómito por una intoxicación con barbitúricos. Muchos de sus fans aseguran que esta leyenda de la guitarra diseñó su propio acto de muerte, pero no murió. Al igual que Cobain, creó una farsa para poder escaparse del centro de la fama y evadir contratos y negocios discográficos. Muchos testigos aseguran haberlo visto después de su muerte deambulando por Seattle, Washington, su ciudad natal.
Paul McCartney – Una macabra teoría indica que el beatle murió el 9 de noviembre de 1966, cuando protagonizó un accidente automovilístico. Por supuesto, restaría explicar cómo lanzó más de 20 discos póstumos y continúa girando por el mundo con su música. La conspiración indica que Paul murió prematuramente durante la grabación del emblemático Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Los Beatles, temerosos por el impacto de la noticia sobre el futuro de la banda, decidieron reemplazarlo por el doble William Shears Campbell. Al respecto, el mismo Paul McCartney bromeó: “si yo estuviera muerto, seguramente sería el último en enterarme”.
Elvis Presley – Murió el 16 de agosto de 1977, por un ataque al corazón. Los avistamientos póstumos son demasiados como para enumerarlos, pero se destaca el que tuvo lugar en el aeropuerto de Memphis, apenas un día después de su muerte. Allí, la estrella habría sido vista comprando un billete de ida a Buenos Aires, Argentina, bajo el nombre de John Burrows, un pseudónimo que utilizó para reservar habitaciones de hotel. La teoría conspirativa indica que Elvis anhelaba una vida de paz, alejado del centro de la escena, e incluso habría manifestado a su representante, en varias ocasiones, "estoy cansado de ser Elvis Presley". Para su funeral, una figura de cera habría sido sepultada en el costoso ataúd, equipado con aire acondicionado para evitar que se derrita.