Casi todos hemos tenido un cubo de Rubik en las manos cuando éramos pequeños.
Solo unos pocos elegidos eran capaces de solucionarlo y poner todos los lados de un mismo color. ¿Cuánto tiempo llevaba hacerlo? Dependía del estado original en el que estuviera: si las piezas estaban muy mezcladas, se tardaba mucho más.
La máquina es obra de los ingenieros Jay Flatland y Paul Rose, y cuenta con cuatro cámaras, un software capaz de evaluar todas las posiciones del cubo y encontrar la manera más rápida de resolverlo, y un dispositivo que hace girar el juguete.
La anterior plusmarca robótica estaba en 2,39 segundos, así que parece que estamos ante un récord del mundo, aunque todavía falta la confirmación del Libro Guinness de los Records.